Los que tenemos o hemos tenido mascota ya no nos sorprendemos con casi nada de los perros. Cuantas veces hemos visto cómo han aprendido cosas que ni nos imaginábamos y hemos dicho ‘solo le falta hablar’. Y es que, por si no lo sabías, los perros tienen una inteligencia equiparable a la de un niño de 2 años. Sin duda, la psicología canina es todo un mundo por descubrir. Por lo que, en este post te acercamos algunas de las curiosidades más llamativas de la mente de los perros. ¡Toma nota!

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Curiosidades sobre la psicología canina

Sí, ya sabemos que a nuestros peludos siempre tienen un as en la manga. Cuando menos nos lo esperamos, nos enseñan que han aprendido alguna cosa nueva. Sin embargo, seguro que hay cosas que todavía no sabes sobre ellos. Hoy te contamos algunas cosas que, ligadas a la psicología del perro, te sorprenderán seguro.

1-. Pueden sufrir depresión

Los perros tienen sentimientos y, por lo tanto, pueden sufrir depresión. Esto puede ocurrir cuando ha habido un cambio brusco en su vida. Por ejemplo, puede haber sido una mudanza o la llegada de un bebé a la familia. Incluso un cambio en sus rutinas de salir a pasear pueden desconcertar tanto al ‘peludo’ que le provoque una depresión.

Algunos de los síntomas que podrías notar en él son:

  • Irritabilidad.
  • Tristeza.
  • Falta de energía.
  • Dormitar todo el día.
  • Poca interacción con su amo o familia.
  • Rechazo de paseos o juegos.
  • Falta de movimiento en su cola.
  • Cambios en el apetito del can.
  • Hacer sus necesidades dentro de casa.

Es importante que, si notas algunos de estos síntomas en tu perro, acudas a un educador canino o etólogo, profesionales del comportamiento del perro. Y si crees que puede tratarse de una enfermedad, por supuesto, al veterinario.

Si los profesionales determinan que padece una depresión, podréis encontrar la mejor manera de que vuestro perro recupere su energía y vitalidad. Generalmente, los tratamientos funcionan a la perfección y, con algunos trucos y cambios de hábitos, el ‘peludo’ estará al 100% de nuevo.

2-. Los perros se pueden enamorar

Vale, quizás no sea exactamente un enamoramiento, porque cada uno se enamora a su manera. Y el amor tiene muchas formas. Sin embargo, lo que sí es cierto es que el cerebro del perro, como ya hemos dicho anteriormente, se parece al de los humanos.

Se parece tanto que cuando experimenta sensaciones placenteras con la interacción con otros perros o con humanos que conoce, su cerebro libera oxitocina. Una hormona que, en los humanos se relaciona a la felicidad y al amor.

3-. Descifran las facciones de nuestros rostros

Nuestros ‘peludos’ nos conocen. Saben cómo solemos actuar, si estamos de buen humor o no, si tenemos alguna enfermedad… Además, los perros tienen la capacidad de descifrar las expresiones de nuestros rostros. A través de ellos, determinan si estamos contentos, tristes o enfadados.

Por eso no es nada raro que tu mascota se acerque a hacerte compañía cuando detecta que estás triste o te ocurre algo fuera de lo normal. Una habilidad de la psicología canina que contribuye a la fama del perro como mejor amigo del hombre.

4-. Entienden nuestro idioma

Aquí aparece de nuevo la frase de ‘solo le falta hablar’. Y es que, si pudiera articular los mismos fonemas que nosotros, recursos no le faltarían. Como ya hemos comentado al principio del post, los perros pueden desarrollar la capacidad mental de un niño de dos años.

Además, las razas de perros más inteligentes, como el Border Collie, son capaces de almacenar desde 200 a 250 palabras. Por eso, saben qué significa salchicha, ‘a la cama’ o ‘vamos a la calle’.

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5-. Satisfacción psicológica

¿Qué crees que prefiere tu perro, una caricia o un trocito de salchicha? ¡Pues no! Los perros sienten mayor satisfacción con una caricia. En una investigación neurocientífica, la mayoría de ‘peludos’ experimentaron mayor actividad cerebral ante una caricia de sus amos que ante la comida.

6-. Socialización

Los canes son animales sociales. Para estar en su mejor estado de salud mental necesitan estar en contacto con otros seres. Por un lado, compartir ratos con individuos de su misma especie les favorece y les hace sentir mejor. Por el otro, conocer a personas externas a la familia le ayudará a ser más sociable en un entorno desconocido.

Y es que los expertos en psicología canina y comportamiento animal afirman que la salud mental de los perros depende mucho de este factor. No estar en contacto con otros ‘peludos’ o no tener sus paseos periódicos podría influir negativamente en ellos.

7-. Embarazo psicológico

Como si humanas fueran, las perritas también padecen embarazos psicológicos. Aunque no son exactamente iguales a los que tienen las personas. El “embarazo psicológico” o pseudogestación en el mundo del perro se produce realmente. Es decir, su cuerpo sufre alteraciones reales y sus efectos no solo tienen relación con la psicología canina.

La pseudogestación de la perra se produce tras su periodo de celo, momento en el que su cuerpo experimenta cambios hormonales. Son estos los que perduran en el tiempo y hacen que aparezcan síntomas de embarazo. Atento, estas son algunas de las pistas a nivel físico:

  • inflamación abdominal.
  • aumento del tamaño mamario.
  • producción de leche.

A nivel psicológico también pueden aparecer algunos síntomas:

  • instinto maternal con objetos o juguetes.
  • nerviosismo.
  • inquietud.
  • señales de parto.
  • llantos o quejas.
  • preparación del nido.
  • rascados de paredes o suelos.
  • negación al paseo.

Aunque estos síntomas a nivel físico y psicológico suelen desaparecer por su propio pie, debemos estar atentos. Dejar que una pseudogestación de una perra se descontrole podría ser perjudicial para la salud de nuestra mascota. Y, aunque sepamos que es un “problema” natural, visitar a un experto en salud animal nunca está de más.