Los tatuajes han ganado popularidad en los últimos años y se han convertido en una forma de expresión corporal y personal para millones de personas. No obstante, es habitual que surjan dudas en torno a ciertas circunstancias como, por ejemplo, qué pasa con los tatuajes y lactancia materna. A continuación te contamos los posibles riesgos, contraindicaciones y recomendaciones a tener en cuenta cuando se presenta esta situación.

Tatuajes y lactancia materna: ¿son compatibles?

La compatibilidad entre tatuajes y lactancia materna es una de las preocupaciones más habituales con las que te encontrarás en el estudio. Por eso, debes conocer cuáles son los efectos que puede tener y cómo asesorar a tus clientas de la manera más correcta, para tranquilizarlas y transmitirles toda la información sobre su seguridad.

La preocupación más común entre las mujeres lactantes que quieren tatuarse es si los pigmentos y productos químicos utilizados pueden pasar al bebé a través de la leche materna y representar algún riesgo para la salud. Afortunadamente, la mayoría de los expertos coinciden en que los tatuajes bien curados y realizados en un entorno limpio y profesional son poco probables de representar un riesgo significativo para la lactancia materna.

Los pigmentos de tinta de los tatuajes están diseñados para ser permanentes, lo que significa que están incrustados en las capas más profundas de la piel y no se desplazan fácilmente a través del torrente sanguíneo. Esto reduce la posibilidad de que los componentes de la tinta lleguen a la leche materna en cantidades significativas.

Otros casos de duda y precaución: Qué hacer con los tatuajes en las resonancias magnéticas.

¿Qué pasa si te tatúas en la lactancia?

Si la persona que acude al estudio ya está amamantando, debe tomar precauciones adicionales. En primer lugar, deberemos garantizar que cumplimos con todas las normas de higiene y seguridad. Además, también es aconsejable esperar hasta que la herida esté completamente curada antes de reanudar la lactancia.

Debemos esperar porque, durante el proceso de curación, la piel puede estar expuesta a bacterias y otros microorganismos que podrían representar un riesgo para la salud del bebé si se transmiten a través de la leche materna. Se recomienda esperar al menos unas semanas después de hacerse un tatuaje antes de volver a amamantar.

¿Cuánto tiempo después de dar a luz puedes hacerte un tatuaje?

En general, se recomienda esperar unos meses tras el parto antes de tatuarse. Así, el cuerpo se recupera por completo y se reduce el riesgo de complicaciones en el proceso y la curación posteriores. Además, se recomienda considerar cómo el tatuaje puede afectar a la capacidad de la madre para cuidar de su bebé en el proceso de curación, y la disponibilidad de su pareja (si la hubiere) para poder asumir mayor responsabilidad hasta que el tatuaje esté completamente curado.

¿Qué pasa si me hago un tatuaje estando embarazada?

Pero, ¿qué pasa si la clienta ya está embarazada? La decisión puede ser un tema controvertido y suele generar preocupación. Aunque no hay una evidencia sólida que demuestre que los tatuajes representan un riesgo directo para el feto, es recomendable evitarlos durante el embarazo por precaución.

En este período el sistema inmunológico de la mujer experimenta cambios significativos con el objetivo de proteger al feto. Esto puede afectar la forma en que el cuerpo responde al proceso de tatuaje y curación posterior, lo que podría aumentar el riesgo de complicaciones. Además, algunos productos químicos presentes en la tinta pueden representar un riesgo añadido para el desarrollo del feto en caso de que se absorban en cantidades significativas.

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