Tatuarse en verano tiene sus riesgos. En los meses de junio, julio y agosto hay una mayor exposición al sol y las temperaturas se elevan, lo que tiene un efecto en el proceso de curación del tatuaje. ¿Quieres saber qué es lo que hay que tener en cuenta a la hora de hacer un tatuaje en verano? ¡Sigue leyendo!

Riesgos de tatuarse en verano

Tatuarse en verano puede parecer una buena idea, especialmente cuando se quiere lucir el nuevo tatuaje con ropa más ligera. Sin embargo, hay varios riesgos asociados con hacerse un tatuaje durante los meses más cálidos del año que deben considerarse.

Estos son los riesgos de tatuarse en verano:

  1. Exposición al sol. Los rayos ultravioleta (UV) pueden dañar la piel recién tatuada, causando decoloración y aumentando el riesgo de quemaduras solares. Además, se puede prolongar el proceso de curación y aumentar el riesgo de infecciones.
  2. Infecciones. El calor y la humedad pueden crear un ambiente propicio para su aparición. La sudoración excesiva puede afectar el proceso de curación y facilita la entrada de bacterias en la piel. Las infecciones pueden causar hinchazón, enrojecimiento, dolor y, en algunos casos graves, derivar en complicaciones de salud.
  3. Agua y actividades al aire libre. El contacto con agua no estéril aumenta el riesgo de infecciones en un tatuaje recién hecho. El cloro y la sal también pueden irritar la piel y afectar negativamente a la apariencia del tatuaje.
  4. Deshidratación. Es un riesgo importante en verano, especialmente para aquellos que se someten a un procedimiento de tatuaje. La piel puede ser más propensa a daños y complicaciones durante este proceso.

Precauciones para tatuarse en verano

Aunque tatuarse en verano presenta ciertos riesgos, hay varias precauciones que se pueden tomar para minimizarlos y asegurar una curación adecuada del tatuaje. Veámoslas.

Protegerse del sol

Hay que evitar la exposición directa. Debe mantenerse el tatuaje cubierto y protegido durante las primeras semanas, utilizar ropa de algodón ligera que permita que la piel respire y proteger el tatuaje de los rayos UV. También es necesario, en este sentido, utilizar protector con alto factor de protección para evitar la decoloración y los daños causados por el sol.

Mantén el área limpia y seca

Lava el tatuaje con agua tibia y jabón neutro varias veces al día para mantenerlo limpio y prevenir infecciones. Asegúrate de secar el área suavemente con una toalla limpia. También debes tratar de mantener el área del tatuaje lo más seca posible. Evita actividades que provoquen una sudoración intensa durante las primeras semanas de curación.

Evita nadar

Huye de las aguas no estériles. No nades en piscinas, ríos, lagos o el mar hasta que el tatuaje se haya curado completamente. Además, el agua puede contener bacterias que pueden causar infecciones.

Se recomienda priorizar las duchas y no tomar baños prolongados. El agua de la bañera puede estar contaminada y prolongar el tiempo de exposición puede afectar a la curación del tatuaje.

Mantén la piel hidratada

Bebe suficiente agua para mantener la piel hidratada desde dentro, y aplica crema hidratante sin fragancias ni alcohol en el tatuaje para mantener la piel suave y flexible. También debes evitar lociones, cremas o aceites que contengan alcohol, fragancias o ingredientes irritantes.

Usa ropa adecuada

Utiliza ropa holgada y de materiales transpirables, como el algodón, para evitar la fricción y permitir que el tatuaje respire. La ropa ajustada, por el contrario, puede rozar contra el tatuaje y causar irritación o inflamación.

Cuida la alimentación

Mantén una dieta balanceada rica en vitaminas y minerales para promover la curación de la piel. Puedes incluir alimentos ricos en vitaminas A, C y E, que son especialmente beneficiosos para la salud de la piel.

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