Los soldadores son uno de los perfiles profesionales con mayor demanda actualmente. La versatilidad que ofrece la soldadura hace que sea indispensable en cualquier tipo de industria, sobre todo la que trabaja con el metal. Por lo que, si estás pensado en estudiar soldadura, en este post vamos a darte todas las claves que debes saber sobre esta profesión.

Profesionalízate como futuro soldador a través de nuestro curso de soldadura.

¿Por qué estudiar soldadura?

En primer lugar, debes saber que la soldadura es el oficio dedicado a unir piezas de metal a través de calor, presión o una combinación de ambos. Los soldadores, a través de una sólida formación, tienen conocimientos de metalurgia y química para poder unir las piezas metálicas a partir de los planos de construcción, ofreciendo la solidez y firmeza necesarias para que las estructuras metálicas soporten el peso aplicado, como edificios o casas.

Por otro lado, las herramientas que utilizan los soldadores van a depender del tipo de metal a fundir, ya que las propiedades y tipos de temperatura necesaria para fundirlos variarán entre unos y otros. Y tal y como ocurre en todas las profesiones del sector de la construcción, los soldadores deben trabajar con un equipo específico y siguiendo unos procedimientos y medidas de seguridad, ya que los riesgos laborales son muchos.

Entonces, ¿por qué deberías estudiar soldadura? En primer lugar, es una profesión necesaria en casi todos los sectores de la industria, así como en el de la construcción, la automoción y la electrónica. Cuanta más profesionalización y experiencia tenga el soldador, más solicitado va a estar en el mercado laboral, porque donde hay una estructura metálica, tiene que haber un profesional de este tipo. Además, en relación con otros oficios, cuanta mayor especialización tenga en un tipo de soldadura (que explicaremos más adelante), mayor será el salario a percibir. Así pues, se trata de un oficio con una amplia variedad de salidas profesionales, ya que son muchas las áreas a las que puede ejercer. Así pues, contar con una buena formación en soldadura, que incluya PRL y el manejo seguro de herramientas, es indispensable como futuro profesional del soldaje.

Dónde estudiar soldadura

Actualmente tenemos a nuestra disposición un amplio abanico de centros educativos para estudiar soldadura. Si en tu caso quieres formarte a tu ritmo, desde casa y con la seguridad de poder poner en práctica todo lo aprendido en empresas del sector, sin duda el curso de soldadura de Escuela Des Arts es tu mejor opción. Se trata de una doble titulación en técnicas de soldadura y mecanizado que consta de una carga lectiva de 300 horas y dispondrás de un tutor/a personal desde el primer momento.

Su programa formativo destaca por la solidez de sus contenidos, formándote en:

  • Tecnología de mecanizado manual y sus técnicas.
  • Tecnología de las uniones desmontables.
  • Nociones de dibujo e interpretación de planos.
  • Metrología.
  • Soldadura blanda y eléctrica.
  • Normas de prevención de riesgos laborales y de impacto medioambiental.

En la segunda parte del curso adquirirás conocimientos sólidos en oxiacetilénico, oxicorte corte por plasma y sobre los diferentes tipos de soldadura.

Curso de Soldadura: Técnico Experto en Técnicas de Soldadura + Técnico de Mecanizado

Qué tipos de soldadura aprenderás en Escuela Des Arts

Como podrás imaginar, la soldadura ha ido avanzando de la mano de la tecnología. Por ello, a través de nuestra titulación en soldadura aprenderás, además del mecanizado básico, a identificar los diferentes tipos de soldaje y para qué se suelen utilizar. Los principales son:

  • Soldadura por arco eléctrico. Es de los primeros tipos de soldadura que surgió. Se caracteriza por utilizar una fuente de energía eléctrica para derretir el material y unir las piezas. Este tipo de soldeo se utiliza para trabajar diferentes tipos de aceros, como el inoxidable o el de baja aleación.
  • Soldadura por gas. La soldadura por gas surgió en el siglo XX y se caracteriza por combustionar acetileno hasta crear una llama que puede llegar a los 3200ºC. Se utiliza para reparar tuberías, su coste no es elevado y los materiales unidos tardan bastante tiempo en solidificarse.
  • Soldadura TIG. La soldadura TIG utiliza gas inerte de tungsteno y lo emplean profesionales de la soldadura altamente cualificados. Se utiliza para trabajar metales finos, por lo que requiere de mucha técnica, precisión y delicadeza.
  • Soldadura MIG. Este tipo de soldadura utiliza gas metal inerte y requiere de un equipo de trabajo sofisticado, ya que se desprende mucho gas. Por tanto, los trabajos con este soldaje deben realizarse en espacios cerrados y con unas medidas de seguridad muy específicas.
  • Soldadura MMAW. La soldadura metálica manual por arco emplea electrodos de acero y recubiertos de metal que se funden con el calor que se desprende al soldar. Se caracteriza por no dejar pasar el oxígeno, consiguiendo un sellado perfecto y sin producir muchos residuos. Este tipo de soldadura se emplea para tareas domésticas porque es muy fácil de utilizar.

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