Las pasarelas de moda son la cita ideal para conocer los nuevos trabajos de los grandes diseñadores y marcas emergentes. Durante todo el año se celebran en cuatro puntos del mundo los desfiles más famosos: París, Londres, Milán y Nueva York, y juntos se denominan los Cuatro Grandes Fashion Week, ¿te suena? Es probable que si te apasiona la alta costura tengas más que marcado en tu calendario las fechas de estos eventos, pues son a nivel mundial y fácilmente se pueden seguir por redes sociales o medios de comunicación. Este post lo dedicamos a estos cuatro grandes desfiles, que año tras año convierten cada ciudad en la cumbre del glamour y de la moda.
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Las pasarelas de moda más famosas del mundo
Al igual que hay diseñadores de moda muy famosos en todo el mundo, también hay pasarelas de moda o eventos de referencia en el ámbito fashionista. Veamos cuales son:
Alta Costura de París
Comenzamos por una de las citas más esperadas dentro del circuito de la moda, la Alta Costura de París. Su nombre no es casualidad. En 1945 el nombre “Alta Costura” fue acuñado por la Chambre Syndicale de la Couture de París, una asociación de sastres parisinos fundada en 1868 para regular los modelos presentados por sus miembros, sus colecciones y evitar casos de piratería.
De echo, en 1945 y en 1992 la asociación estableció unos criterios a seguir para todas las marcas que quieran acuñarse el término “Alta Costura”. Estos estamentos son:
- Diseñar trajes a medida para clientes privados.
- Disponer de un taller de costura en París con un mínimo de 20 empleados.
- Presentar cada temporada una colección de 50 diseños mínimo.
Además, bajo estos mismos criterios, la Chambre Syndicale sigue aprobando a día de hoy las firmas aptas para desfilar en la glamurosa pasarela de París. Algunas de ellas son: Dior, Chanel, Jean Paul Gaultier, Givenchy, entre otras.
London Fashion Week
Organizada por el British Fashion Council entre otras entidades, la primera Semana de la Moda de Londres fue inaugurada en 1984. Esta pasarela peculiar se caracteriza por la sutil línea que separa el arte y lo comercial, dando lugar a diseños extravagantes y puestas en escena de gran envergadura.
Los diseñadores pueden suscribirse en diferentes categorías, que van desde Swinging Sixties o el punk, pues su nacimiento estuvo estrechamente influenciado por la contracultura, los clubs de moda y el espíritu creativo. En sus años venideros desfiló por su pasarela las super modelos Kate Moss, Yasmin Le Bon y Naomi Campbell.
La Semana de la Moda de París tiene lugar dos veces al año, en febrero y en septiembre.
Milano Fashion Week
Milán es otra de las ubicaciones imprescindibles en este circuito de la moda. Por su pasarela desfilan las grandes marcas Made in Italy, luciendo, además, complementos, zapatos y joyas. Y su popularidad no es para menos, pues se pueden ver colecciones de lujo confeccionadas por marcas italianas y más accesibles que la Alta Costura de París.
Fue a partir de 1958 cuando la Cámara Nacional de la Moda Italiana impulsó el talento de firmas nacionales. Además, la industrialización de la ciudad y el boom del prèt-à-porter ayudó a que muchos diseñadores escogieran Milán como su centro de fabricación. Entre las firmas más destacadas se encuentran Giorgio Armani, Gianni Versace, Moschino, Dolce & Gabbana y Miuccia Prada, entre otras.
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New York Fashion Week
Esta es la pasarela de moda más importante del país americano. Cada año cuenta con nuevas firmas y puestas en escena. Entre las grandes marcas habituales se encuentran Ralph Lauren, Carolina Herrera, Oscar de la Renta y Michael Kors.
El evento es de lo más comentado por los medios, hasta el punto de ser denominada, también, la “Press Week“, un término que le fue acuñado desde su nacimiento. El primer evento fue celebrado en 1943 en plena Segunda Guerra Mundial, e impulsado por Eleanor Lambert, fundadora también de la MetGala.
Hasta la fecha, París siempre había sido la ciudad de la moda por excelencia. Pero cuando la capital fue tomada por los alemanes, Nueva York aprovechó la ocasión para hacerse un hueco en el sector. ¡Y valió la pena!
El evento fue tan aclamado que en poco tiempo se convirtió en una de las citas de la moda más importantes. Además, también sirvió para que la revista de moda Vogue empezara a incluir diseños americanos, pues hasta entonces sus páginas se llenaban casi todas de firmas francesas.