Cuando oyes hablar de taxidermia seguramente te vendrá a la mente la práctica de disecar seres vivos. Sin embargo, tiene más aplicaciones enmarcadas en el plano científico. Estas técnicas también se emplean para embalsamar animales para su estudio o exposición en museos, principalmente.

Si bien es cierto que la taxidermia ha sido una práctica estrechamente ligada a la caza y, en algunas ocasiones, juzgada por ello, la ciencia adoptó esta técnica con fines divulgativos. La disección de animales que por causas naturales han muerto, ha hecho que sea posible observar animales que en condiciones normales serían muy difíciles de apreciar.

Aun así, estas técnicas siguen siendo generalmente desconocidas. Además, requieren de una formación específica para causar el mínimo rasguño innecesario al animal. Entre la oferta formativa de Escuela Des Arts puedes encontrar el Máster en Taxidermia, con el que puedes aprender en profundidad estas metodologías. Y si quieres saber más sobre este tema sigue leyendo. Hablaremos sobre el origen de la taxidermia y su práctica en la actualidad.

¿Para qué ha servido históricamente la taxidermia?

El origen de esta práctica se remonta a épocas tan arcaicas como el Antiguo Egipto, cuando algunos animales, como gatos y zorros, eran embalsamados y colocados dentro de las pirámides.

A medida que la ciencia en general y la química en particular avanzaron, se pudieron conservar mejor estos animales para ser usados como objetos de estudio en facultades de ciencias y museos. Tanto en Europa como en América surgieron centros y organizaciones que se dedicaron a exponer animales disecados, para la divulgación de la Zoología y la Biología.

Pero también se convirtió en una práctica cotidiana, en una afición. Fue en el siglo XIX cuando la gente empezó a interesarse por estas prácticas para disecar piezas de caza, una afición que perdura a día de hoy y que despierta debates éticos entorno a los derechos de los animales.

¿Cómo se lleva a cabo?

Para llevar a cabo la taxidermia con sumo respeto hacia el animal se necesitan unos conocimientos específicos. Antes de actuar se requiere, primero, de un estudio de la fisiología y de la anatomía del animal, para que la restauración sea duradera y de calidad.

El problema que los expertos se encuentran a la hora de realizar disecciones es que el propio cuerpo del animal busca siempre descomponerse. Pero gracias al avance científico, hoy en día se conocen sustancias y antisépticos que facilitan la seguridad y las condiciones  en el trabajo. Empleando desde cal o creolina hasta nitrato potásico se puede desinfectar las cavidades y áreas interiores del animal. Después, con cuidado se aplican aceites y jabones que no solo suprimirán el hedor previo, sino que perfumarán esta escultura natural.

En ocasiones, es necesario aplicar distintos baños posteriores para que el cabello o las plumas del animal se mantengan vivos y no se deterioren.

El relleno

Los animales disecados no están vacíos por dentro, pero tampoco conservan sus órganos. Se vacían y se rellenan para que las proporciones y las texturas del animal se mantengan. Este resulta ser un paso determinante, pues hacerlo con el relleno inadecuado puede comportar reparaciones posteriores que pueden causar daños en la estructura del animal.

El material del relleno depende del tipo de animal. Por ejemplo, en el caso de las aves suele utilizarse la estopa, un material muy versátil. Con los peces, serrín y con los mamíferos, la paja. No vale cualquier cantidad o cualquier calidad de estos materiales, debe tratarse con detenimiento.

A veces se mezclan varios tipos de relleno, ya que no se precisa la misma textura en la parte rígida y en reposo de un animal que en una pata levantada, por ejemplo.

Otros materiales que se utilizan son el algodón, para pequeñas cavidades y huecos delicados. El serrín de pino también es una sustancia recomendada, aunque puede dilatarse y causar un estropicio.

Por último, el musgo y el corcho. Sirven para rellenar espacios en animales de gran tamaño, tales como elefantes o ballenas. Eso sí, todo este material debe estar previamente esterilizado, de lo contrario podría deteriorar el interior del animal.

Instrumentos utilizados

Los instrumentos y productos de taxidermia que se emplean dependen de si se utilizan para disecar o para montar la figura. Para disecar los taxidermistas utilizan los escalpelos para extraer músculos y articulaciones fuertes. También utilizan lo que se llaman limpiapieles que, como su nombre indica, se utilizan para dejar la piel libre de suciedad. Pinzas, tijeras y agujas son otros materiales que, según el tamaño y la forma, se adaptan a distintas partes del cuerpo y a diferentes tamaños de animales. También utilizan tenazas, limas y alambres que permiten acceder a pequeños huecos y eliminar elementos que supongan obstáculos para la práctica taxidérmica.

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La taxidermia hoy en día

Es posible que la taxidermia ya no juegue un papel central como cuando abrieron los primeros museos, pero sigue teniendo una gran utilidad pedagógica en la sociedad. Por ejemplo, es una salida para expertos en Zoología.

Como mencionábamos al principio, algunas finalidades de la taxidermia han levantado polémica en la sociedad. Sin embargo, los profesionales que se dedican actualmente cuentan con los medios necesarios para ejecutar una taxidermia respetuosa con los animales. Sobre todo porque es un modo de estudiar las especies.