¿Sabes cómo curar un tatuaje? Hacerlo de manera sencilla y sin empeorar la situación de la piel puede ser fácil a través de consejos profesionales. Si acudes a un tatuador, este te informará siempre sobre todos los pasos que debes seguir. Incluso realizará un seguimiento de la zona. Si decides aplicar cuidados desde casa, existen algunos consejos generales para todos. Las curas de tatuaje que puedes seguir se basan en la prevención y en la asunción de ciertas acciones en cuanto a la higiene. Sin embargo, en el caso de que la zona esté muy irritada o empeore, lo recomendable es que acudas a un profesional. Recuerda que es tu salud la que está en peligro. Si estás interesado en el mundo de la tinta, no te pierdas nuestro Máster Experto en Tatuajes + Curso Higiénico Sanitario.
Cómo curar un tatuaje, las claves
Si acabas de realizarte un tatuaje las recomendaciones que hemos recopilado para ti te serán de gran ayuda.
Prevención mediante la higiene
Si es la primera vez que te tatúas, seguro que el tatuador te ha mostrado cómo curar un tatuaje correctamente. Por lo general, todos los consejos se centran en mantener una buena higiene. Esto contribuirá a que cicatrice bien la zona y a que no proliferen las infecciones. Este tipo de cuidados se deben administrar en los días posteriores y durante un período que no suele exceder los cuatro días.
Los materiales que necesitarás para este tipo de curas son sencillos: crema cicatrizante, jabón, agua, toalla o papel de celulosa absorbente y plástico para cubrir la zona. La crema farmacológica te la recomendará el tatuador dependiendo de la zona que te hayas tatuado.
Deberás lavarte la zona tatuada con agua y jabón, asegurarte de que queda seca y aplicar la crema. Después deberás cubrirla con el plástico en su totalidad. Este último paso es esencial para que no penetren el aire o partículas sucias en la herida.
Recuerda que para impregnar la tinta, se lleva a cabo una herida dejando la piel expuesta. Además, el plástico ayuda a que la crema no se evapore y a que actúe realmente allí donde pretendemos.
Diagnóstico
No te asustes si te sangra la piel un poco o si la notas tirante. Ten presentes las instrucciones del tatuador sobre cómo curar un tatuaje. Recuerda que un tatuaje no deja de ser una herida. Por tanto, precisa un período de curación de la piel. Y este tiempo dependerá también de tu capacidad de cicatrización. ¡No todas las personas cicatrizamos ni curamos igual de rápido!
Si en tu centro de tatuajes te han recomendado realizar las curas durante tres días y al cuarto aún no está curado, no te preocupes. Como te habrán explicado, la piel ha sido agredida y tiene que tomarse su tiempo para regenerar.
No obstante, si observas que no solo no cura, sino que empeora mostrando un aspecto irritado, agrietado o hinchado visita a tu tatuador para que revise la zona. En la mayor parte de las ocasiones, la piel demanda una dosis adicional de hidratación. En consecuencia, si tu piel está acostumbrada a hidratarse, necesitará mucha más hidratación en esa zona.
Primeros pasos
Si los pasos que se te han explicado sobre cómo curar un tatuaje y el tiempo que se te ha aconsejado no han sido suficientes para tu piel, calma. No todos somos iguales. Tampoco todas las zonas de la piel poseen una sensibilidad similar a las agresiones externas. Si la zona no progresa adecuadamente, dedica un tiempo a recordar exactamente los pasos que tu tatuador te mencionó.
En este punto, es muy importante que recuerdes si has mantenido una buena higiene en la zona y si has utilizado la crema de farmacia recomendada. Además, piensa en si aislaste bien la zona con el plástico para que la crema no se eliminase con el roce de la ropa.
Párate a pensar estas cuestiones con calma, ya que muchas veces el detalle más insignificante puede ser el que haya permitido que el aire o el agua (por ejemplo, al ducharte) hayan entrado en contacto con la herida, propiciando la infección.
Si hay algún paso de los consejos previos que se te haya olvidado ejecutar, comienza ya a realizar las curas tal y cómo se te explicó el día de la realización del tatuaje. En estos casos, puede que el tiempo de curación y los días de cura hayan variado. Por esta razón, lo que debes hacer es limpiarte la zona, aplicarte la crema y cubrir el tatuaje cuanto antes.
Acude lo antes posible a tu centro de tatuajes con el fin de que el profesional pueda revisar la zona y pautarte unas nuevas directrices. Por ejemplo, que ahora hagas las curas cuatro veces al día en lugar de en tres ocasiones y que mantengas estas curas durante cinco días en lugar de durante tres.
Mantenimiento
Como cualquier zona de la piel, el área tatuada puede sufrir irritaciones y daños a lo largo del tiempo. Las agresiones externas, el clima, la polución, etc., son elementos agresivos para nuestro organismo y la piel.
Por tanto, en el caso de los tatuajes, debes extremar las precauciones. La piel ha sido atravesada para llegar a su capa interna, que es precisamente donde queda la tinta.
Una vez que el tatuaje ha curado y cicatrizado como debería, ya no reclama hidratación ni cuidados específicos por tu parte. Este pasa a formar parte de tu piel. Si en cualquier momento aprecias que empieza a picarte, que comienza a inflamarse, a cambiar de color o a abultarse, no lo dudes. Visita a tu tatuador y solicítale asesoramiento acerca de dicho cambio.
Pese a que normalmente no entraña gravedad, el correcto mantenimiento de la zona resulta esencial para tu salud. También para que este luzca bonito. Esperamos que hayas tomado buena nota sobre estas nociones básicas de cómo curar un tatuaje.