Tasar una obra de arte no es tarea fácil. Hay una gran cantidad de estilos, obras y artistas, y valorarlos es trabajo de expertos. Dentro de un mismo autor podemos encontrar obras muy valoradas y otras que no lo son tanto. ¿Sabes por qué ocurre este fenómeno? ¿Serías capaz de decirnos algunos de los pasos a seguir en la tasación de una obra de arte? No te preocupes, porque aquí vamos a aclarar todas estas dudas y más.

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¿En qué consiste tasar una obra de arte?

Tasar una obra de arte es imprescindible para conocer el valor real de una obra artística, ya sean esculturas, cuadros, antigüedades o demás objetos artísticos. Y es que determinar su valor es fundamental, tanto para museos como para particulares o casas de subastas especializadas en este ámbito.

Pero, ¿qué otros motivos tenemos para tasar una obra de arte? En el caso de empresas, la tasación permite hacer un cálculo de los activos con los que cuenta. Si tiene obras de arte muy valoradas, se les valora con el dinero correspondiente. Esto les sirve para que puedan hacer frente a posibles préstamos. También se suele utilizar como moneda de cambio con otras entidades.

En el caso de particulares, la tasación de obras de arte o de bienes culturales tiene sus ventajas. Por un lado, permite calcular el activo con el que se cuenta a la hora de pagar una deuda. Por el otro, permite conocer el valor de una herencia para posteriormente saber hacer un reparto equitativo y justo.

Asimismo, la tasación de obras de arte también sirve para obtener certificados de autenticidad o para reclamar dichas obras en caso de estafa o robo.

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Cómo tasar una obra de arte paso a paso

A la hora de definir cómo tasar una obra de arte, debemos hablar de los pasos ha seguir. De esta manera, el proceso se divide en diferentes fases:

1: Catalogación

Se trata del paso más complejo y entorno al cual girará el resto del proceso. Para catalogar una obra de arte, deben tenerse en cuenta una gran cantidad de factores. Los principales elementos a conocer son los siguientes, aunque hay muchos más que pueden influir:

  • Autoría o atribución de la obra.
  • Calidad.
  • Dimensiones.
  • Si está o no bien conservada.
  • Procedencia.
  • Época en la que se realizó.
  • Singularidad.
  • Técnica utilizada.
  • Historia de la pieza.

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Las más importantes en las que deben fijarse los expertos en la tasación artística, sin embargo, pueden reducirse a cuatro:

Autoría

El artista que dio vida a la obra de arte es una de las partes que más repercuten en el precio final de una obra. El nombre, de hecho, puede considerarse como una marca. “Tengo un Dalí”, “un Velázquez” o “un Picasso” son formas habituales de referirnos a muchas obras. Aunque hay muchos pintores y artistas de renombre y con una calidad artística impecable, no todos tienen el mismo valor de mercado.

Datación

Para conocer a qué época corresponde una obra de arte, el experto se suele orientar por la evolución que han experimentado los estilos artísticos a lo largo del tiempo. En cada época había una corriente predominante, unos objetivos y unas aspiraciones concretas que marcaron las obras que se hicieron en ella.

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Calidad

Se trata, con toda probabilidad, de lo más importante. Puede que tengas en tus manos una pieza de un artista prestigioso. Puede valer muchísimo por el simple hecho de ser de ese artista, aunque se trate solo de un esbozo. Sin embargo, otra obra acabada y con relevancia histórica por su procedencia, aunque de artista poco conocido, puede valer mucho más.

Conservación

Siguiendo el mismo ejemplo anterior, aunque se cuente con una obra de un artista prestigioso, de muy buena calidad pero en mal estado de conservación, valdrá mucho menos que aquellas otras obras del mismo artista que están en mejor estado.

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2: Comparar obras testigo

Una vez la catalogación está hecha, debemos hacer una comparativa de la obra con otras que se parezcan a ella. Esto significa compararla con obras de la misma época, con un artista que use un estilo parecido y con obras de calidad semejante. Así, cuando las encontremos podremos fijarnos en el precio de mercado que tienen, lo que nos ayudará a definir un valor para nuestra obra a tasar.

3: Comparar remates

Tal y cómo indica su nombre, en este punto debemos fijarnos en las obras testigo encontradas y buscar de qué manera nuestra obra se diferencia de la misma, si es de mejor o peor calidad, etc.

4: Definir el precio

Finalmente, a partir de todos los demás elementos, el tasador de arte define el precio o valor de una obra basándose en toda la información de la que ha podido apoderarse gracias al proceso de tasación. De esta manera, tiene en cuenta los datos proporcionados por el profesional que ha llevado a cabo la catalogación de la obra, analiza y compara otras obras parecidas y define cómo encaja dentro de este grupo la obra a tasar. Todo, para que el valor final de la pieza sea lo más objetivo posible y pueda formar parte del mercado con las debidas credenciales.