Es importante conocer cuáles son los cuidados de un tatuaje en todo momento. Desde que realizas uno hasta que está completamente curado. El procedimiento no deja de ser una agresión para la piel, por lo que necesita de su cicatrización para que el resultado sea estético, bonito y (sobre todo) seguro. Sigue leyendo, ya sabes que un piel que no se cuide bien no permitirá que luzca ese tatuaje como habías pensado. Por eso, lo primero es conocer bien todos los cuidados de un tatuaje como el que quieres que te acompañe el resto de tu vida.

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Qué tener en cuenta a la hora de hacerse un tatuaje

Aunque pueda parecer una información que está de más, es importante que tengas en cuenta al profesional que te atiende. Los tatuadores tienen la obligación, en la actualidad, de disponer de un curso que homologue su valía para tatuar, pero también como higienistas sanitarios. Esto implica que conocen no solo el procedimiento artístico, sino que disponen de la información necesaria para que la salud no se vea comprometida.

Gracias al curso de higienista sanitario especializado en la creación de tatuajes, no habrá problemas de salud. Los materiales que se empleen deben ser siempre los adecuados para cada caso. Además, tienen que estar esterilizados. Toda la aparatología y las máquinas que se empleen van a disponerse limpias y listas para su uso. La piel no puede, bajo ningún concepto, quedar desprotegida. En este sentido, también será el tatuador el encargado de dar todas las pautas que necesitas realizar posteriormente. Para la curación de la zona tratada, probablemente tengas que seguir unas curas varias veces al día durante tres o cinco días.

¿Qué cuidados necesita un tatuaje?

Tú solo quieres disfrutar de tu tatuaje, no tienes por qué conocer los procedimientos sanitarios que eso implica. Sin embargo, es necesario que te responsabilices del cuidado de la piel como te sea indicado por el profesional. Si no realizas los cuidados de un tatuaje correctamente, no lucirá bonito y puede darte problemas. Normalmente, el cuidado de los tatuajes es una tarea sencilla que tiene pocos pasos y que, además, no dura muchos días.

Dependiendo de la zona donde haya sido intervenida la piel, del uso de colores y del tamaño, pueden variar los cuidados de un tatuaje. De forma general, el tatuador recomienda una pomada que se aplicará dos o tres veces al día. Su duración depende, pero siempre ha de cumplirse la que se ha estipulado. Incluso si ves que el tatuaje no te da problemas y tienes la piel bien, debes seguir todos los pasos durante todos los días indicados.

Lo más importante que hay que tener en cuenta en los tatuajes es que la pomada farmacológica que se te administre no va a tener ningún efecto si no se tapa bien la zona, impermeabilizándola. Para ello, se suele recomendar que se vende con papel de plástico film. El mismo que se utiliza en la cocina para tapar alimentos. Este material impide que entre algo en la zona y pueda infectarla. Además, también actúa de aislante para que no se evapore la pomada ni quede rozada por la ropa. Así, se queda en donde tiene que estar: en la piel.

Otros aspectos que hay que tener en cuenta en los cuidados de un tatuaje

Además de la pomada, que podrá variar dependiendo de quién te tatúe, probablemente salgas del centro de tatuajes con una venda. Esta debe permanecer por norma general solo unas horas. Bajo ningún concepto debes extraer la venda antes de las horas indicadas. Muchas personas cometen el error de querer ver o enseñar el tatuaje y se destapan. Si sales con la zona tapada es porque el aire está demasiado sucio como para exponerse a una zona manipulada. La zona tratada permanece muy sensible en los días siguientes, pero sobre todo en las horas posteriores a la realización. Los cuidados de un tatuaje pueden ser la clave para no tener problemas de salud provocados por él.

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Irritaciones

Las irritaciones y las rojeces en la zona de piel tratada suelen ser habituales. Si estás dentro de los días de cura, no pasa nada. Normalmente, la zona va mejorando poco a poco con la administración de la pomada, los lavados con jabón y el vendaje con plástico. Lo que es importante es, sobre todo, que sigas cada uno de los pasos que se te han indicado, de manera rigurosa. Si tienes cualquier duda, no dudes en llamar a tu centro de tatuajes o en acudir.

Por norma general, si se hace todo tal cual te lo han explicado, no suele haber ningún tipo de problemas en la curación del tatuaje. Sin embargo, cada persona es un mundo y puede ocurrir que tu piel sea más sensible o esté más expuesta por alguna razón que no se controla. Por eso, si dudas de la salubridad de la zona o ves que con los cambios de parche y pomada no va mejorando, no dudes en consultarlo. Acude en el menor tiempo posible a que te miren la zona. Solo así podrán decirte si está evolucionando normal o si está pasando algo raro.

¿Qué hacer si no se nota mejoría?

Las decisiones sobre la salud hay que dejarlas siempre en manos de los profesionales. En este caso, nadie mejor que tu tatuador de confianza podrá ayudarte a curar el tatuaje. Él conoce cómo evolucionan los cuidados de los tatuajes dependiendo de las zonas. También es él el que conoce la calidad de sus productos y sus componentes. Ante cualquier duda sobre la evolución de tu tatuaje y tu piel, ¡acude sin pensarlo dos veces!

Finalmente, podrás llegar a conseguir el tatuaje que querías: seguro y bonito. El sacrificio de tener que cuidarlo unos días no es nada si comparas su resultado. Ese dibujo que tanto deseabas podrá acompañarte a lo largo de toda tu vida. No olvides que lo más importante para que esto ocurra es que sea cuidado como se merece. ¡Invierte un poco de tiempo en algo para siempre!