¿Sabes escribir? Para ello es esencial descubrir tu voz. ¿Radica en mostrar irónicamente la realidad que te rodea, como Helen Fielding? ¿En acompañar a los lectores a un nuevo mundo, como J.K Rowling? ¿O puede que en provocar una reacción en quienes se sienten identificados/as con tus palabras, como Eloy Moreno? Si aún no lo sabes, te conviene realizar algunos ejercicios de narración para encontrarla, así que atento/a a las próximas líneas y a nuestro Máster en Escritura y Narración Creativa.
Verás, cuando te hablamos de la voz nos estamos refiriendo a ese “algo” que solamente tú tienes. Consiste en el factor por el que los lectores se enamorarán de tus escritos. Hay gente que escribe sus novelas con una profundidad psicológica que encandila a los filósofos de a pie. También están los que tratan temas serios, pero con una visión tan particular o con tintes tan hilarantes que consiguen que la lectura sea amena.
El resto de aspectos de la narración (construcción de personajes, cohesión de los hechos, creación de diálogos, etc.) se pueden (y se deben) aprender con ayuda externa. No obstante, tu voz es un elemento particular, que es imprescindible que descubras por ti mismo/a. De esta manera, podrás evolucionar y emprender el camino hacia el escritor en el que deseas convertirte.
Inspiración para la narración: encuéntrala
Lo más importante para el auto-descubrimiento es reconocer los procedimientos creativos que te ayudan a sacar a flote la narración que deseas contar.
Hay autores que sienten una enorme pasión por la escritura. Pero no cuentan con un personaje o historia que les ronde la cabeza y les suplique ser desvelada. En consecuencia, su escritura es más buscada y planificada. Les suele convenir contar con un poco de ayuda para idear sus creaciones. Así que, si eres uno/a de ellos, considera los siguientes ejercicios:
- Cuenta cinco minutos con el cronómetro, y en ese tiempo intenta sacar el máximo de ideas posibles, por muy disparatadas que te puedan parecer. Como has tenido que pensar rápidamente en las diversas alternativas, estas provendrán del subconsciente. Así que ahora solamente te queda construir la historia.
- Sal a la calle e inmiscúyete en las conversaciones ajenas. Quédate un rato escuchando a dos interlocutores. Luego trata de imaginar su relación y de plasmarla sobre papel.
- Abre el diccionario en una página aleatoria y, sin mirarla, apunta con el dedo a una palabra cualquiera. Y ahora utilízala como base para crear tu relato, narrando la primera intriga que se te venga a la mente.
- Elige un libro que te encante, extrae de este cualquier párrafo y reconstruye la historia a partir del mismo. De esta manera, también puedes compararte con los escritores que admires para descubrir si compartís una voz similar. Así irás descubriendo tus influencers.
- Por último, siempre es una buena opción empezar por redactar relatos breves. De este modo puedes probar distintos géneros y técnicas y descubrir con qué te sientes más cómodo/a.
Identifica a tus influencers
A muchos grandes escritores les precede una enorme pasión por la lectura. Hay algunos que, precisamente, han descubierto su pasión por el oficio así. Tras años de soñar con ser capaces de contar una historia como la de sus autores predilectos. Y aunque este no sea tu caso, debes saber que el primer curso de escritura que debes seguir es precisamente el de la lectura. Sin él no te servirá ningún otro.
Así pues, el ejercicio que te proponemos en este caso es el de crear dos listas distintas. En una de ellas, apunta tus cinco escritores favoritos. A su vez escribe las dos novelas de ellos que más te gusten. Después, reflexiona y señala las razones por las que ellos sean los que más adores. Tanto respecto al método de narración del autor, como a las propias historias.
Ahora bien, en la siguiente lista indica a los cinco narradores que más te inspiren. Esos sobre los que piensas: me gustaría ser capaz de escribir como ellos (una vez más, anota las razones). En este caso, la cuestión no es imitarles. Cada uno tiene su propio estilo y este ejercicio consiste en que encuentres el tuyo. Pero, de esta manera, podrás desvelar cuáles serán tus influencers en el proceso de aprendizaje.
Para una buena narración, crea un ambiente creativo
Puede parecer irrelevante, pero el lugar y la situación en la que te encuentres, definitivamente, influirá sobre el tipo de narración que desarrolles. La iluminación, las intervenciones de terceros, todo lo que veas a tu alrededor. Y si tienes música puesta, incluso el que esta sea una suave canción de jazz, o instrumental con fuertes cambios rítmicos, determinará el cariz que tome tu historia.
Por ello, primero piensa en lo que quieres escribir. Después asegúrate de que tu entorno favorezca la fluidez de ideas sobre esa temática. Algunos de los sistemas que podrías seguir son los siguientes:
– En las primeras sesiones, asegúrate de estar tú solo/a en la habitación y de que esta esté lo más despejada y ordenada posible. En el escritorio, tan solo deben permanecer unas cuantas hojas en blanco (o un cuaderno o bloc de notas) que te recuerden todas las posibilidades que están al alcance de tu mente. Deja también un subrayador, un bolígrafo y un lápiz. No hay ideas malas, puesto que de todas se puede aprender, con lo que evita las gomas de borrar. Asimismo, podrías necesitar recargar fuerzas con una bebida caliente o un tentempié para comer, pero impide que se queden los platos sucios encima de la mesa.
Además, para facilitar una buena sesión de narración, provoca que el entorno te sirva de ayuda. Si te gustan las velas y el incienso, no te cortes. También te puede impulsar el poner música (a bajo volumen) de la misma tipología que el relato que quieres crear. Y, sobre todo, cerciórate de que la iluminación sea suficiente, pero no excesiva.
Ahora bien, cuando necesites salir para documentarte, simplemente considera si prefieres acudir a la biblioteca para buscar otras historias, o bien ir a la calle y empaparte de las vivencias ajenas.