Aunque las compras por internet han aumentado exponencialmente en los últimos años, son muchas las profesiones que implican estar de cara al público y que siguen siendo demandadas. Un claro ejemplo de ello es el dependiente de tienda, uno de los trabajos que consiste en ofrecer un trato personalizado y tener don de gentes para aumentar las ventas en un establecimiento físico. Así que, si quieres saber qué competencias caracterizan a este profesional, no dudes en seguir leyendo este post.

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¿Quién es la dependienta de tienda?

Un/a dependiente de tienda es aquel profesional que se encarga de gestionar un negocio físico adecuadamente. Además, tiene la responsabilidad de atender a los clientes y ayudarles en lo que pueda, siempre ofreciendo un trato amable y personalizado. Por tanto, las tareas de este sector están relacionadas directamente con la atención al público.

El dependiente tiene la capacidad de resolver cualquier imprevisto que surja en una tienda o establecimiento, planificar el área de ventas y que visualmente el local sea atractivo y esté ordenado y limpio para los clientes. Sea cual sea el ámbito en el que esté trabajando, es muy importante que el dependiente de tienda conozca los productos o servicios que está vendiendo. Esto ayudará a mejorar el trato con el cliente y a dar solución a cualquier inconveniente que se le presente.

El dependiente de tienda suele ejercer en tiendas de ropa, de muebles, fruterías, pescaderías, carnicerías, etc.

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Perfil profesional de una dependienta

Antes de ver las funciones que desempeña una dependienta, es importante saber qué habilidades y competencias hacen que su trabajo sea impecable. De esta manera, debe:

  • Ser alegre y sonriente. Cuando se trabaja de cara al público, los problemas deben dejarse en casa. Es por esto que un buen dependiente siempre debe mostrarse alegre, sonriente y confiable de cara a sus clientes.
  • Dominar el lenguaje corporal. El cansancio es fácilmente notable por la postura corporal y el lenguaje no verbal. Por lo que es imprescindible mostrar una actitud abierta, proactiva y enérgica. De esta manera el cliente no se sentirá incómodo.
  • Ser amable. Demostrar amabilidad hace que el consumidor se sienta cómodo y tenga una buena experiencia de compra en el establecimiento.
  • Tener facilidad de resolución de problemas. Ante un imprevisto o cliente molesto, es imprescindible mantener la calma y resolver con la mayor facilidad posible la incidencia, ofreciendo al cliente una solución rápida.
  • Saber escuchar activamente. Para proporcionar un trato inmejorable, el dependiente tiene que saber escuchar al cliente para conocer sus necesidades, dudas o problemas.
  • Trato cordial. Independientemente del tipo de cliente, en todo momento hay que mantener un trato cordial, escuchar a la persona y manejar la situación con inteligencia y paciencia.
  • Escaparatismo. En muchas tiendas las dependientas contribuyen a cambiar o modificar el escaparate para atraer clientes. Por lo tanto, es importante que conozca diferentes técnicas para promocionar el negocio físico.