Es imprescindible que sepas cómo cuidar un tatuaje una vez que te lo han realizado. Antes que nada, es importante haber acudido a un profesional y seguir sus indicaciones. Lo importante es seguir un número de pasos con el fin de evitar cualquier infección. Ten en cuenta que, cuando vas a un especialista, las posibilidades de que aparezca algún problema se reducen considerablemente.

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Cómo cuidar un tatuaje reciente

Para empezar, si decides hacerte un tatuaje, debes elegir un establecimiento que mantenga todas las medidas higiénicas necesarias. Recuerda que lo barato suele salir caro, y más en este caso, en el que expones una parte de tu cuerpo.

Lo primero que debes tener en cuenta son las recomendaciones del profesional. Él o ella sabe más que tú sobre cómo cuidar un tatuaje, así que debe ser la primera referencia. Para que no se te olvide nada, puedes apuntar los pasos y medidas que te recomiende. Seguramente, sus indicaciones serán muy parecidas a las de otros especialistas en este campo.

1. Espera varias horas antes de quitarte la venda

Para proteger tu nuevo tatuaje es necesario que mantengas por unas horas la venda colocada tras su realización. El tiempo estimado ronda entre las dos y las tres horas. Seguramente, estarás deseando ver la creación, pero lo mejor es que no te adelantes para que cicatrice antes. Esta medida de seguridad permitirá prevenir de enfermedades bacterianas o cualquier tipo de infección. También conseguirás que esa zona de tu piel no se seque, ante la exposición del sol o el frío.

Ten presente que no todos lo que tatúan optan por vendarlo. Esto tiene que ver con el proceso que han llevado a cabo. Aun así, si tienes dudas sobre cómo cuidar un tatuaje en concreto, debes exponérselas por el bien de tu salud. Conociendo el tiempo en que debes retirarte la venda, actúa con rigor y no la dejes más horas de las indicadas. Sobrepasar este periodo puede resultar un desastre, ya que la tinta puede supurar e infectarse esa zona del cuerpo.

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2. La higiene y la hidratación son muy importantes

Una vez que te quites el vendaje, lávate muy bien tus manos. Como seguramente la venda se ha pegado a la piel, te ayudará a despegarla el agua tibia. La puedes verter por encima, mientras tiras lentamente del vendaje. Tienes que hacer este proceso con mucho cuidado para que no se dañe el tatuaje.

No coloques la zona a lavar bajo el chorro del agua. Una de las medidas para saber cómo cuidar un tatuaje es evitar someter el área tatuada a una gran presión. Por eso, lo mejor es mojártela con la ayuda de las manos, vertiéndote pequeñas cantidades. Utiliza un jabón especial para limpiar adecuadamente las pequeñas manchas de sangre y tinta que han podido quedar. Un antibacteriano o antimicrobiano es el indicado. Es aconsejable no usar toallitas ni esponja, ya que muchas veces portan bacterias. Para no tener que frotarlo, intenta no secarlo con la toalla. Puedes pasarle un trozo de papel higiénico por encima, dando pequeños toques, sin presionar. Lo contrario está contraindicado, ya que podría infectarse.

Una vez seco, llega el momento de hidratarlo. Busca una crema para tatuajes con ingredientes naturales. El aloe vera puede ser una excelente elección, debido también a sus propiedades cicatrizantes y regeneradoras. Solo requieres de unas poquitas gotas; no debes excederte, y asegúrate de que se absorba correctamente. Tras esto, no necesitas volver a ponerte otra venda.

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3. Una adecuada cicatrización

Seguro que si te interesa cómo curar un tatuaje, esta parte te interesará también. Para lograr una adecuada cicatrización, en función del tamaño del tatuaje, deberás dejar pasar de dos a seis semanas. Cada día, durante ese periodo, es fundamental que repitas las medidas de higiene e hidratación explicadas anteriormente. Estas deberás llevarlas a cabo por lo menos tres veces al día. No satures el área con excesivo jabón o crema hidratante y seca siempre con mucho cuidado.

Para darte algunos tiempos aproximados, un tatuaje pequeño, realizado con una sola tinta, puede requerir dos semanas para que cicatrice. Los que ocupan una parte extendida, como la espalda y el muslo y han sido rellenos, necesitarán seis semanas. A veces, el especialista puede indicar varias etapas para su realización, en caso de que quieras un tatuaje de gran tamaño.

Poco a poco, con el lavado apropiado, siempre sin utilizar jabones que contengan perfume, verás caer las costras propias de toda cicatriz. Aunque tengas la curiosidad de tocártelo o sientas el picor característico del proceso de cicatrización, no debes palparlo ni aún menos rascarte. Precisamente, la crema hidratante tiene la función de evitar cualquier comezón, ya que las pieles secas suelen sufrirla más.

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4. El sol, un gran enemigo

Para más seguridad, lo mejor es que los rayos del sol no te den directamente en la zona del tatuaje. Si te preguntas cómo cuidar un tatuaje, aquí debes prestar especial atención. Ya no solo por la sequedad que producen los rayos de sol, sino porque llegan a provocar ampollas. Incluso pueden borrar algunos trazos del diseño.

Si no consigues evitar salir en los días más soleados, deberás cubrirte bien esa zona de tu cuerpo. En caso de que lleves el tatuaje en el brazo, usa manga larga. Pero nunca te pongas ropa ajustada. Evita que las prendas opriman esa área y llévalas siempre limpias, con el fin de evitar todo contacto con bacterias.

Cuando ya haya cicatrizado, tampoco debes confiarte. Todavía tendrás que tomar medidas preventivas para que el tatuaje no se decolore con el sol. Para ello, usa un protector solar adecuado, con el fin de repeler los rayos UV.

5. Cuidado también con el agua

Ya viste la precaución que debes tener a la hora de limpiar la zona tatuada. Por eso, el agua abundante hay que evitarla. Para ello, deja los baños en piscinas o en la playa hasta que se termine de cicatrizar. No solo puedes provocar que se infecte, si es que el agua porta bacterias, sino que se puede decolorar.

Así que mejor elige la ducha para tu higiene diaria hasta que pase el tiempo recomendado por el profesional.

Como has visto que el cuidado debe ser muy especial, intenta hacerte el tatuaje en un periodo tranquilo. No hagas mucha actividad física ni te expongas al sol. Trátalo casi como a un hijo, hasta que pasen las semanas indicadas para mostrarlo con confianza y orgullo.