Aunque se suelen confundir, debes saber que hay una clara diferencia entre tatuaje y micropigmentación. Sí, ambas técnicas se utilizan para decorar nuestra piel o corregir algunas imperfecciones, pero la duración, las agujas y los pigmentos utilizados difieren notablemente entre ambas prácticas. Es por ello por lo que en este post vamos a explicarte en qué consisten ambas disciplinas y en qué aspectos se diferencian.

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¿Qué diferencia hay entre tatuaje y micropigmentación?

A grandes rasgos debes saber que un tatuaje consiste en un diseño o dibujo que decora la piel y que se plasma de forma permanente. Para ello, se utiliza una máquina de tatuajes, pigmentos de diferentes colores y agujas para tatuar. Puedes saber más sobre la historia de los tatuajes en este post.

En cambio, la micropigmentación es una técnica que se utiliza para rellenar o maquillar de forma semi-permanente diferentes áreas del rostro y del cuerpo, como son las cejas, los labios o las areolas mamarias. En esta técnica también se emplean agujas, máquina y pigmentos.

Aunque ya puedes apreciar algunas diferencias, aquí te las explicamos con mayor detenimiento:

Profundidad en la piel

La primera diferencia entre un tatuaje y la micropigmentación está en la capa de la piel que traspasa la aguja. Los tatuajes se realizan en la dermis, capa que se sitúa entre la epidermis y la hipodermis. En cambio, la micropigmentación solo penetra la epidermis, aplicándose en zonas cubiertas con piel fina, como son los párpados, las cejas, los labios o las ojeras.

De ahí que los tatuajes sean más agresivos con los tejidos de nuestro cuerpo, pues para que penetren los pigmentos en la dermis se utilizan agujas que penetran hasta 2 milímetros. En micropigmentación, las agujas penetran alrededor de unos 0’2 y 0’5 milímetros en la epidermis.

Duración

Como hemos mencionado a lo largo de este post, los tatuajes son permanentes, pues la tinta se queda en la capa intermedia de la piel, mientras que la micropigmentación es semi-permanente, con una duración de unos 3 años y la tinta se queda en la capa más superficial.

Esta duración limitada de la micropigmentación tiene un motivo. Con el paso de los años los rasgos faciales cambian, por lo que los pigmentos utilizados permiten rediseñar las cejas o los labios, adaptándolos a los cambios causados por el paso del tiempo.

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Pigmentos

Como hemos mencionado, la duración de ambas técnicas depende de los pigmentos utilizados. La gran mayoría, para ambas disciplinas, están fabricados con óxidos de metales, pero el tamaño de las moléculas difiere. En los tatuajes, los pigmentos tienen moléculas más grandes, algo diferente a la micropigmentación.

Asimismo, los colores que se utilizan no son los mismos. La micropigmentación se utiliza para imitar los tonos propios de la piel y de los rasgos de las personas. En cambio, un tatuaje no deja de ser un dibujo que podemos ponerle el color que queramos, de ahí que la gama de colores sea mucho más amplia.

Máquinas

Finalmente, las máquinas utilizadas también varían en ambas técnicas. La máquina de tatuar hace más fuerza y tiene más velocidad para que la aguja llegue a la dermis. En cambio, la máquina utilizada en micropigmentación es más suave.