Las habilidades de un entrenador de perros profesional son muy concretas para la función que realiza. Nos referimos a que estas no solo sirven para que el perro que vaya a adiestrar le haga caso, sino para que sus enseñanzas sean efectivas. Además, cuanto mejores sean las técnicas que emplea, más rápido se verá el resultado. Así que, si te apasionan los animales y quieres desarrollar las habilidades necesarias para convertirte en un entrenador profesional, sigue leyendo este post.
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¿Qué habilidades tiene un entrenador de perros?
Un entrenador de perros entiende el adiestramiento como su trabajo. Por lo tanto, en él se va a entregar al máximo para conseguir su objetivo. Si los resultados no se consiguen, su trabajo no está bien hecho y fracasará como profesional. Por esta razón, es muy importante buscar a un buen entrenador de perros que encaje su manera de trabajar con el problema que se le presenta delante. Y para ello debe contar con una serie de competencias, tanto aprendidas como innatas, para desarrollar sus funciones con total naturalidad y eficacia. Veamos cuáles son:
Coherencia en dar órdenes
Una de las características más indispensables para que las técnicas del entrenador de perros funcionen es la coherencia. El perro tiene que recibir la misma información todo el rato. Si recibe informaciones contrarias y no capta el mensaje, el adiestramiento fracasa. Asimismo, el dueño o dueña no debe interponerte entre las órdenes del profesional y la mascota. En este sentido, tiene que contribuir a que el perro entienda la orden, sin desautorizar las decisiones del entrenador. De esta manera, es indispensable que el dueño se involucre en el proceso de adiestramiento del can.
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Claridad en las órdenes
Tanto con los niños como con las mascotas, caemos muchas veces en el error de pensar que no nos han escuchado o comprendido. Cuando quieres educar o, en este caso, adiestrar, basta con ordenar una vez. En condiciones normales, la orden va a llegar a la primera a los oídos u ojos del animal. Si el perro no hace caso, probablemente se trata de que no quiere hacer caso. Por lo tanto, no hay que molestarse en repetirlo. En cambio, el adiestrador solo dice la orden una vez, siendo indispensable que el dueño contribuya en la actuación y no repita las cosas tampoco. El perro tiene que aprender que la voz del dueño es la orden y que tiene que obedecer a la primera.
Asimismo, en aquellos momentos que el perro no obedezca, es recomendable esperar a que haga caso. En cambio, si obedece a varias órdenes, hay que esperar tiempo entre orden y orden y premiarle y elogiarle por ello, pues de eso se trata el refuerzo positivo.
Rapidez
No se trata de actuar con rapidez, sino en responder rápido a las respuestas del perro. Cuando un dueño mejora su nivel de adiestramiento, él ordenará y el perro responderá correctamente. Sin embargo, es normal que al principio cueste dar las órdenes o que las respuestas no sean las esperadas. Por ello, el dueño no debe perder la compostura y seguir con el adiestramiento y las órdenes pertinentes, siempre bajo el asesoramiento del adiestrador canino.
¿Cómo ayuda un entrenador de perros?
Al igual que las personas, los perros necesitan ser felices en sus vidas. Sin embargo, cuando el dueño se enfada con ellos porque se portan mal y no obedecen, la tendencia es reñirles. Por ello, un adiestrador canino puede ayudar a que la comunicación entre dueño y perro fluya y se entiendan.
Asimismo, los perros también necesitan atención y cariño, sintiéndose parte de la manada (familia). Cuando destrozan objetos y desobedecen, lo último que apetece es darles mimos, pero esto no contribuye ni a su felicidad ni a la del dueño. Es por ello por lo que, a través del adiestrador canino, se pueden modificar ciertas conductas, mejorando así la convivencia entre perro y la familia.